Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras los cielos se teñían de fuego y la humanidad luchaba por su destino, los astros se convirtieron en testigos silenciosos durante uno de los capítulos más cruentos de la historia de la humanidad. Los servicios de inteligencia aliados y la sombra del nazismo utilizaron el movimiento de los planetas y sus respectivas configuraciones astrológicas, en busca de respuestas y ventajas estratégicas. Hitler, obsesionado con lo oculto, buscaba mediante los astros su camino hacia la victoria, mientras que Louis de Wohl, un enigmático escritor de novelas, a la par que astrólogo, se convertía en el puente entre el cielo y la guerra. La astrología, entre sus luces y sombras, se alzó como un intrigante aliado en el campo de batalla y un misterioso oráculo en tiempos de caos y desesperación.
La Segunda Guerra Mundial fue un evento histórico que dejó una profunda y desgarradora huella en la faz de la Tierra. Durante este conflicto, diversas estrategias y tácticas fueron empleadas por ambos bandos para obtener ventaja sobre el enemigo. Entre estas prácticas se encontraba la creencia en la influencia astrológica y el uso de astrólogos para tomar decisiones estratégicas. Tanto la Alemania nazi como los Aliados liderados por Winston Churchill se vieron influenciados por la astrología, que se infiltró en la maquinaria de guerra y en la toma de decisiones clave. Dos de los astrólogos más notables de esta época fueron Louis de Wohl y Karl Ernst Krafft, cuyas predicciones dejaron una marca en la dirección de la contienda.
La utilización de la astrología en la Alemania nazi, fue algo habitual. Por ejemplo, Karl Ernst Krafft, un astrólogo suizo, ganó notoriedad en los círculos nazis debido a sus supuestas habilidades predictivas. En 1939, Krafft realizó una predicción en la que se aproximó sin saberlo a pronosticar la fecha del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Basándose en sus interpretaciones astrológicas, sugirió que un gran acontecimiento tendría lugar el 18 o 19 de septiembre de 1939. Aunque no especificó el inicio de una guerra, estas fechas coincidieron con la invasión alemana de Polonia, que marcó el comienzo del sangriento conflicto bélico a escala mundial.
Karl Ernst Krafft, pronosticó el intento de asesinato de Adolf Hitler que llegó a manos de Heinrich Himmler. Debido a su férrea creencia en la astrología y su deseo de mantener a Hitler a salvo, Himmler ordenó la protección especial del Führer en la fecha mencionada por Krafft. Aunque la predicción no se cumplió, esto reforzó la creencia en la astrología en el régimen nazi y generó interés en el uso de astrólogos para prever eventos futuros.
Además de Krafft, otros astrólogos como Wilhelm Wulff y Ernst Schulte-Strathaus, también proporcionaron servicios astrológicos a líderes nazis. Estos astrólogos se convirtieron en asesores ocultos, aconsejando sobre momentos propicios para lanzar ataques, decisiones estratégicas y la toma de importantes resoluciones.
El interés de los nazis en la astrología no se limitó a individuos aislados. La alta jerarquía nazi estableció departamentos de inteligencia astrológica para aprovechar el poder de la adivinación en la toma de decisiones. Aunque Karl Ernst Krafft fue uno de los astrólogos que asesoró a líderes nazis, su situación se volvió cada vez más precaria debido a las purgas internas del régimen y la sospecha de las SS hacia las prácticas esotéricas.
En la parte correspondiente a los Aliados, y después de huir de Alemania, Louis de Wohl, se estableció en el Reino Unido y se convirtió en un destacado astrólogo y escritor. Su fama como astrólogo atrajo la atención de Winston Churchill y los servicios de inteligencia británicos, quienes lo reclutaron para utilizar sus habilidades astrológicas en beneficio de los Aliados.
De Wohl proporcionó asesoramiento astrológico a Churchill sobre diversos temas, incluidos los posibles momentos favorables para la toma de decisiones clave, momentos de mayor vulnerabilidad para las fuerzas enemigas y momentos propicios para el inicio de operaciones militares importantes. Aunque sus predicciones eran a menudo vagas y sujetas a interpretación, Churchill y su equipo las tenían en cuenta en la planificación estratégica.
Louis de Wohl, además de ser un astrólogo talentoso, era un reconocido escritor de novelas históricas. Su pasión por la astrología se reflejó en muchos de sus trabajos literarios, donde abordó temas relacionados con la influencia de los astros en la vida de los personajes históricos y ficticios. Al combinar su conocimiento astrológico con su talento literario, Louis de Wohl se convirtió en un destacado autor de la época. Algunos de sus títulos más conocidos incluyen "The Living Wood" (La madera viva), "The Quiet Light" (La luz tranquila) y "The Spear" (La lanza).
En el verano de 1941, durante una convención en Cleveland organizada por la Federación Americana de Astrólogos (AFA, por sus siglas en inglés), Louis de Wohl presentó una conferencia que captó la atención de muchos astrólogos presentes. Durante esta ocasión, de Wohl compartió sus predicciones astrológicas sobre el futuro de la guerra y cómo podrían influir en los eventos venideros. Su presentación fue bien recibida, y muchos astrólogos encontraron interesantes las correlaciones que de Wohl estableció entre la astrología y la política mundial.
Al igual que los nazis, los Aliados también crearon departamentos de inteligencia con astrólogos, y Loui de Wohl fue designado como el director del "Departamento de Guerra Psicológica y Astrología". En esta función, de Wohl asesoró a altos funcionarios y líderes militares sobre asuntos estratégicos, proporcionando información astrológica para ayudar en la toma de decisiones durante la guerra.
La utilización de la astrología como un arma de batalla en la Segunda Guerra Mundial, tanto en el bando nazi como en los Aliados, no era una práctica abierta y se mantenía en secreto debido a poco ortodoxa naturaleza por su contenido esotérico y, en ocasiones, escéptica, dentro de los círculos militares y políticos.
Ambos bandos creían que la astrología podía ofrecer una ventaja en un conflicto tan catastrófico como fue la Segunda Guerra Mundial. Las predicciones astrológicas de Karl Ernst Krafft en el bando nazi se acercaron sin saberlo a la fecha del comienzo del conflicto. Por otro lado, la conferencia de Louis de Wohl en la AFA resaltó cómo la creencia en la influencia astrológica se infiltró en los círculos militares y políticos de los Aliados, dejando un legado histórico sobre la relación entre la astrología y la guerra en aquellos tiempos turbulentos. Sin embargo, la confianza excesiva en estas predicciones a veces condujo a decisiones inadecuadas que tuvieron consecuencias nefastas. Por ejemplo, algunos líderes nazis pudieron haber ignorado información crucial proveniente de fuentes de inteligencia convencionales al confiar demasiado en la astrología.
Como hemos podido ver durante la Segunda Guerra Mundial se utilizaron diversos medios para obtener cualquier ventaja posible sobre el enemigo. La astrología y los astrólogos, como Karl Ernst Krafft y Louis de Wohl, desempeñaron papeles significativos en ambos bandos. Desde asesorar a líderes hasta influir en decisiones estratégicas: la creencia en la influencia astrológica afectó el curso de la guerra en formas que pueden parecer sorprendentes desde la perspectiva actual. Aunque la astrología no fue el factor decisivo en el resultado final de la guerra, su impacto en la toma de decisiones en momentos clave es un recordatorio de cómo incluso las creencias aparentemente inverosímiles pueden influir en eventos históricos importantes. La Federación Americana de Astrólogos (AFA) se convirtió en un escenario destacado donde los astrólogos, como Louis de Wohl, compartieron sus interpretaciones astrológicas sobre el desarrollo del conflicto, demostrando que incluso en tiempos de guerra, la búsqueda de ventaja a través de métodos poco convencionales no estaba excluida para conseguir ganar aquella titánica guerra.