El asesinato de Luis Carrero Blanco en 1973, perpetrado por la banda terrorista ETA, fue un suceso trascendental que sacudió los cimientos del régimen dictatorial de Francisco Franco en España. Carrero Blanco, la mano derecha del dictador y su sucesor designado, fue víctima de un atentado que conmocionó al país. Este acto de violencia dejó al régimen sin su sucesor clave y planteó interrogantes acerca de la política de continuidad tras la muerte de Franco. Una figura de aspectos en forma de triángulo escaleno con el Sol y los planetas Marte y Urano involucrados, fueron los detonadores claves de este evento mortal y sus posteriores consecuencias políticas dentro del Franquismo.
El 20 de diciembre de 1973, España fue testigo de un acto de violencia que sacudió el país hasta sus cimientos. Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno español y mano derecha de Francisco Franco, fue víctima de un atentado perpetrado por la banda terrorista ETA. Esa fría mañana del mes de diciembre, Carrero Blanco llevó a cabo su rutina habitual antes de dirigirse a la Presidencia del Consejo de Ministros: asistió a la misa en la iglesia de San Francisco de Borja. Al concluir la ceremonia religiosa, regresó a su automóvil oficial. A las 9 horas, 28 minutos y 40 segundos de la mañana (el momento exacto en el que se paró el reloj que llevaba en la muñeca Luis Carrero Blanco), mientras circulaba por la calle Claudio Coello, varios terroristas de ETA activaron los explosivos al pasar el presidente del Gobierno en su coche, sobre un área previamente marcada con un automóvil estacionado por los etarras.
Jesús Zugarramurdi, también conocido como Kiskur, dio la señal a José Miguel Beñarán, Argala, quien, camuflado como electricista en una escalera, detonó las cargas explosivas. La explosión resultó tan violenta que generó un gran cráter en el pavimento. El vehículo, un Dodge 3700 GT, fue lanzado por los aires y cayó en la azotea de la Casa Profesa, anexa a la iglesia que Carrero Blanco había visitado momentos antes durante la misa. Su hija Ángeles, quien solía acompañarlo, no estuvo presente ese día, evitando así más pérdidas humanas. Trágicamente, también perdieron la vida los acompañantes en el vehículo: el inspector de Policía Juan Antonio Bueno Fernández y el conductor José Luis Pérez Mogena.
La “Operación Ogro”, como fue posteriormente denominada por una de las colaboradoras de la banda en su libro, fue planificada con un año de antelación por los terroristas de ETA. Estos colocaron tres cargas antitanques, equivalentes a cincuenta kilos de dinamita, en un túnel excavado bajo el número 104 de la calle Claudio Coello, en Madrid. Cabe destacar que los terroristas habían alquilado un piso en dicha ubicación un mes antes de llevar a cabo el atentado.
Si observamos a simple vista el gráfico natal, el día del asesinato del presidente del Gobierno de España, aparece una gran figura de aspectos en forma de triángulo escaleno formada por una oposición (180º) entre los planetas Marte y Urano, donde estos están flanqueados por el Sol, a una distancia angular de 60º de arco (sextil) de Urano y a 120º de arco (trígono) de Marte.