Clara Campoamor nació en Madrid el 12 de febrero de 1888, a las 10 hrs. de la mañana. Fue una de las principales impulsoras del derecho al voto de la mujer en España, que se incluyó en la Constitución de la Segunda República en 1931. Gracias a ello, en las elecciones de 1933 pudieron votar por primera vez todas las mujeres con mayoría de edad, pero, paradójicamente, en las elecciones en las que las mujeres estrenaron su derecho al voto, la candidatura de Campoamor no obtuvo el respaldo suficiente y no consiguió escaño alguno. Ironías de la vida.
Campoamor estudió Derecho en la Universidad Central de Madrid y comenzó a ejercer como abogada. En la década de 1920, se unió a la lucha feminista y abogó por reformas legales que mejoraran la situación de las mujeres en la sociedad. Su trabajo culminó en 1931 con la aprobación del sufragio femenino en España, una victoria significativa para el movimiento de derechos de las mujeres.
Durante los debates sobre el sufragio en la Segunda República, Campoamor defendió fervientemente el derecho de las mujeres a votar. Enfrentó la oposición de sectores conservadores y de algunos miembros de su propio partido, pero sus argumentos convincentes y su oratoria elocuente fueron cruciales para lograr la aprobación del sufragio femenino en la Constitución de 1931.
Sin embargo, su postura le valió críticas y la enemistad de algunos detractores, ya que se consideró que su énfasis en el voto femenino podría haber contribuido a la victoria de los partidos conservadores en las elecciones de 1933. A pesar de las dificultades y la inestabilidad política de la época, Campoamor continuó abogando por la igualdad de género y defendiendo los derechos de las mujeres.
Tras la debacle de la Segunda República y antes del fin de la Guerra Civil Española, Campoamor se exilió a Argentina, donde continuó promoviendo los derechos de las mujeres y participando en actividades políticas y sociales. A lo largo de su vida, dejó un inconmensurable legado como pionera en la lucha por la igualdad de género y el reconocimiento de los derechos de las mujeres en España y más allá. Su influencia se ha mantenido a lo largo de los años como un ejemplo de valentía y determinación en la búsqueda de la equidad de género y la justicia social.