Los tres mandatarios que gobernaron España en diferentes periodos históricos: Isabel I la Católica, Antonio Cánovas del Castillo y Mariano Rajoy, tienen en sus respectivos gráficos natales un trígono entre los planetas Júpiter y Saturno. Dicho ciclo planetario suele caracterizarse por políticas conservadoras y tradicionalistas, con una clara y manifiesta centralización del Estado, donde la preservación del status quo fue prioritaria en el ejercicio de sus respectivos mandatos. ¿Casualidades de la vida o un guiño de los astros?
Tanto Simón Bolívar como Hugo Chávez tenían en sus respectivos gráficos natales una figura de aspectos triangular que integraba los mismos planetas con 171 años de diferencia. Estos planetas son Urano, Neptuno y Plutón. Chávez era un gran admirador de Bolívar; tanto es así que cambió el nombre oficial de su país por el de República Bolivariana de Venezuela. ¿Casualidades de la vida o un guiño de los astros?
El día anterior a la catástrofe nuclear en la central de Chernóbil, al norte de Ucrania, tuvo lugar un eclipse total de luna. Al día siguiente, ocurrió la mayor tragedia nuclear de la historia. Hasta ahora, no ha sido superada en dimensiones ni en pérdida de vidas humanas por ningún otro accidente nuclear. ¿Casualidades de la vida o un guiño de los astros?
La Segunda Guerra Mundial comenzó con una figura de aspectos en forma de triángulo equilátero (Gran trígono), que involucraba a los planetas Marte, Urano y Neptuno. La rapidez inherente de esta figura geométrica hizo que las operaciones militares alemanas fueran un éxito rotundo, sobre todo en los primeros años de la guerra. Estas eran conocidas como guerra relámpago o Blitzkrieg. La larga operatividad del trígono entre Urano y Neptuno (casi 4 años) provocó que la guerra se prolongara tanto, brindando fluidez combativa y operativa a los alemanes, quienes lograron incluso remontar batallas que estaban casi perdidas. Los avances tecnológicos y estratégicos afines a este ciclo planetario fueron destacados en ambos bandos a lo largo de la contienda mundial.
El ciclo planetario Mercurio-Venus estuvo operativo, formando un sextil justo el mismo día de las respectivas inauguraciones de los dos principales canales fluviales con mayor tráfico del mundo, construidos de manera artificial por el hombre: el Canal de Suez, en Egipto (1869), y el Canal de Panamá (1914), con 45 años de diferencia. El sextil entre Mercurio y Venus ocurre en raras ocasiones. ¿Casualidades del destino o un guiño de los astros?
El ciclo planetario Venus-Júpiter suele estar presente en el inicio y final de muchas contiendas bélicas, así como en importantes tratados de paz entre países beligerantes. Un claro ejemplo de ello es la sincronicidad manifiesta de este ciclo, tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, donde estuvo presente desde el comienzo hasta el final en ambas contiendas, y en sus respectivos armisticios y tratados de paz. ¿Casualidades del destino o un guiño de los astros?
Si observamos el horóscopo el día en que tuvo lugar el hundimiento del mítico transatlántico Titanic, veremos que el planeta Neptuno, que en la mitología griega es el dios del mar, conocido con el nombre de Poseidón, se encontraba cerca del eje ASC-DSC; concretamente, en el sector 7, cerca del Descendente, que representa la zona del horóscopo donde los planetas se ponen, ocultan, desaparecen o se "hunden". Neptuno, que evidentemente en astrología representa al Titanic, desde el mismo instante en que ocurrió el fatídico siniestro con el iceberg que rompió el casco a estribor en la zona de proa —el cual se produjo en la noche del 14 de abril de 1912 a las 23:40 hrs.—, hasta que se hundió definitivamente en la madrugada del 15 de abril de 1912 a las 02:20 hrs., veremos cómo el planeta Neptuno iba progresivamente desapareciendo por el horizonte (DSC), a la misma velocidad a la que se hundía el Titanic. ¿Casualidades del destino o un guiño de los astros?